Los fondos de acumulación se distinguen por no repartir las rentas que generan los activos que componen su cartera. Pero ¿esto presenta ventajas o inconvenientes para los inversores?
Los fondos de acumulación se caracterizan por no dividir las rentas que generan los activos entre sus partícipes. Porque su gestora los reinvierte en el propio fondo comprando más acciones; para aumentar así el valor de las inversiones de sus participantes.
Los fondos de inversión son a fin de cuentas un patrimonio conjunto del que se encarga un gestor. Y este es el encargado de administrar el fondo mediante una política de inversiones. Es decir, el gestor invierte en activos para generar rentas. Los activos que son de renta fija crean interesas y los activos de renta variable, dividendos.
Seguramente pienses que, en los fondos de acumulación, las rentas se reparten en función de los participantes que tenga el fondo; pero no. En estos fondos las rentas que se generan se utilizan para aumentar el patrimonio del fondo. Para así, poder realizar nuevas inversiones. Es decir, los dividendos y/o intereses de los valores que componen la cartera se reinvierten en el propio fondo.
Por consiguiente, el valor de las participaciones que tenga un inversor en este tipo de fondos, aumentarán con mayor facilidad. Al menos que en los fondos más tradicionales que lo que hacen es esperar a que los activos se revaloricen solos en el mercado, dado que sus rentas son excluidas y repartidas.
La mayoría de los fondos de inversión que existen en el mercado son los de acumulación. Pero porque lo contrario de los fondos de acumulación, los fondos de exclusión, no dan tantos beneficios a los inversores. Los fondos de exclusión reparten las rentas generadas por los activos de su cartera entre los partícipes, según la correspondiente proporción. Y no vuelven a invertir en el fondo, por lo que dependen completamente de las revalorizaciones del mercado.
Ventajas de los fondos de acumulación
La oferta de este tipo de fondos es mucho más amplia.
Aprovechamiento de las rentas de los activos para generar nuevas rentas. De esta manera los dividendos se van acumulando en el propio fondo; haciendo crecer el valor de la participación para el inversor a lo largo del tiempo.
El fondo de acumulación hace crecer el patrimonio a un ritmo exponencial, mucho mayor que un fondo tradicional.
El partícipe no paga impuestos por los dividendos que va reinvirtiendo la gestora en el propio fondo.
Desventajas
Las posibles bajadas de las bolsas afectan por igual al capital invertido y a los dividendos reinvertidos.
Si el partícipe quisiera disponer de liquidez, tendría que vender parte o el total de sus participaciones, tributando lo que corresponda. Al igual que en otros fondos de inversión al realizar el traspaso.
En conclusión, los fondos de acumulación son la opción perfecta para aquellos inversores que quieren conseguir beneficios rápidamente, pero sin querer arriesgarse en exceso. Si quieres conocer más sobre nuestros fondos y nuestras políticas de inversión, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en Altarius Capital.